domingo, 1 de mayo de 2016

2016 AÑO DE LA MISERICORDIA

2016 AÑO DE LA MISERICORDIA


Texto completo "Bula: El rostro de la misericordia. 
https://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_letters/documents/papa-francesco_bolla_20150411_misericordiae-vultus.html


1. Qués es un Año Santo?

El Año Santo o Jubilar es tradicionalmente un año de perdón y reconciliación. Hasta ahora solo se han realizado 26 celebraciones jubilares ordinarias. La última fue el Jubileo del año 2000 convocado por san Juan Pablo II. Un jubileo extraordinario puede ser convocado en una ocasión especial o por un evento que tiene una importancia especial, como es el caso del Año Santo de la Misericordia.

2. ¿Cuál fue el primer Año Santo de la historia?

El primer Año Jubilar de la historia, con el perdón general de todos los pecados, tuvo lugar en el 1300 por iniciativa del Papa Bonifacio VIII. La idea era celebrarlo cada 50 años, siguiendo la antigua costumbre judía, pero después se pasó a convocarlos cada 25 años para asegurar que tenga lugar una vez para cada generación.

3. ¿Qué significa una indulgencia plenaria?

Lo esencial del jubileo es pedir perdón a Dios y perdonar a los demás. La indulgencia que se gana al cruzar la puerta santa limpia las huellas que dejan en el alma y en la conducta los pecados ya perdonados en la confesión. La devuelve al estado original.

4. ¿Qué es una puerta santa?

Cada una de las cuatro basílicas de Roma tiene una puerta santa, que normalmente se sella desde el interior para que no se pueda abrir. Las puertas santas sólo se abren durante el año del Jubileo para que los peregrinos puedan entrar a través de ellas y ganar la indulgencia plenaria vinculada al Jubileo.


El rito de la apertura de la Puerta Santa pretende ilustrar simbólicamente que a los fieles de la Iglesia se les ofrece un «camino extraordinario» hacia la salvación durante el tiempo del Jubileo.

5. ¿Cuáles son las condiciones para conseguir la indulgencia plenaria?

Los requisitos son: peregrinación a la puerta santa, sacramentos de la confesión y Eucaristía, rezo del Credo y una oración por el Papa.

6. ¿Es necesario peregrinar a Roma?

No. El próximo domingo, cada obispo abrirá la puerta santa de la catedral de su diócesis, en el primer jubileo que permite ganar las indulgencias en miles de lugares del mundo entero.

7. ¿Interesa solo a los católicos?

No. El Jubileo de la Misericordia crea una mayor sintonía espiritual con judíos y musulmanes, que también consideran la misericordia como el primer atributo del Dios único.

8. ¿Qué pasa con los pecados muy graves como el aborto?

Durante el Año Jubilar, todos los sacerdotes podrán perdonar el pecado de aborto, reservado habitualmente al obispo por su especial gravedad. Cometen ese pecado no solo la mujer embarazada, sino también todas las personas –médicos, asistentes, gestores de clínicas especializadas, etc.– que llevan a cabo materialmente ese procedimiento o lo provocan.

EL SANTO ROSARIO


EL SANTO ROSARIO



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« El Rosario de la Virgen María...
es una oración apreciada por numerosos Santos y
fomentada  por el Magisterio. En su sencillez y profundidad,
sigue siendo también en este tercer Milenio apenas iniciado
una oración de gran significado, destinada a producir frutos
de santidad. Se encuadra bien en el camino espiritual de
un cristianismo que, después de dos mil años, no ha perdido
nada de la novedad de  los orígenes, y se siente empujado por el
Espíritu de Dios a  «remar mar adentro» (Duc in altum!), para anunciar, más aún, 'proclamar' a Cristo al mundo como Señor y
Salvador,   'el Camino,la Verdad y la Vida' (Jn 14, 6),  el 'fin de
la historia humana, el punto en el que convergen los deseos
de la historia y de la civilización'.» *
« El Rosario, en efecto, aunque se distingue por su
carácter mariano, es una oración centrada en la cristología.
En la sobriedad de sus partes, concentra en sí la profundidad
de todo el mensaje evangélico, del cual es como un compendio.
En él resuena la oración de María, su perenne Magnificat
por  la obra  de la Encarnación redentora en su seno virginal.
 Con él,  el pueblo cristiano aprende de María a contemplar la
belleza del rostro de Cristo y a experimentar la profundidad de
su amor. Mediante el Rosario, el creyente obtiene abundantes
gracias,  como  recibiéndolas de las mismas manos de la
Madre del Redentor ».*


MAGNIFICAT



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Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es Santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón. Derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes. A los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos.
Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su santa alianza según lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en principio ahora y siempre por los siglos de los siglos.
Amen.